En el primer cuatrimestre de 2025, la compra venta de propiedades en Rosario mostró un salto inédito: según datos del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (COCIR), las escrituras crecieron más de 200% interanual. En ese período se concretaron 6.089 operaciones, frente a las 2.889 registradas entre enero y abril de 2024. Solo en abril se firmaron 1.725 escrituras, más del doble que en el mismo mes del año anterior.

El dato confirma la recuperación del mercado inmobiliario en una de las ciudades con mayor dinamismo del país. Para los operadores, el repunte obedece a una conjunción de factores: recomposición parcial de ingresos en dólares, búsqueda de resguardo ante la inflación, mejoras en la rentabilidad de los alquileres y mayor predisposición de los compradores a cerrar operaciones sin financiación bancaria.

El principal motor de este repunte fue el capital privado. “Menos del 10% de las operaciones se concretan con financiamiento bancario. Existe algo de financiación privada, sobre todo en unidades a estrenar o en pozo, pero la mayor parte del mercado se mueve con recursos propios”, explicó Alejandro Bassini, coordinador del Departamento de Estadísticas de COCIR y titular de Bassini Negocios Inmobiliarios.

“Los números hablan por sí solos. Hubo un aumento muy significativo que siguió sosteniéndose desde 2024 y marcó este inicio de 2025. Rosario muestra un tratamiento distinto del mercado, porque no depende del ritmo nacional, como sucede en otras ciudades”, destacó Diego Ferreyra, de Diego Ferreyra Bienes Raíces y miembro del COCIR.

Desde su perspectiva, la ciudad opera como una referencia por su dinámica particular. Ferreyra subrayó: “Rosario funciona como termómetro del mercado privado, sin el apalancamiento del empleo estatal. La mayoría de la masa laboral activa depende del sector privado, lo que permite medir con más claridad la reacción frente a cambios económicos”.

Qué inmuebles son los preferidos

Las operaciones se concentran mayoritariamente en departamentos de uno y dos dormitorios, en edificios en altura. “Por una cuestión de disponibilidad y volumen de oferta, los departamentos son los que muestran mayor rotación. El segmento de mayor recambio está entre los u$s60.000 y los u$s100.000”, detalló Bassini.

En Rosario, los monoambientes parten de los u$s50.000. Las unidades de un dormitorio promedian entre u$s70.000 y u$s75.000, y las de dos dormitorios se ubican en torno a los u$s100.000 a u$s120.000.

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Fuente: Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (COCIR)

Las zonas más activas en cuanto a compraventa se ubican en el área central de la ciudad y en sectores consolidados con buena infraestructura, transporte y acceso a servicios. En esas zonas también se concentran los desarrollos nuevos o en pozo, aunque en menor proporción que en otras plazas como Buenos Aires o Córdoba. Bassini indicó: “La mayoría de las operaciones se produce sobre unidades usadas. El pozo todavía representa un porcentaje menor, aunque hay interés creciente en ese segmento”.

Poco avance con apalancamiento crediticio

El crecimiento de las escrituras se complementa con un aumento en las hipotecas, que pasaron de 129 a 541 entre el primer cuatrimestre de 2024 y el mismo período de 2025. A pesar del salto, el financiamiento bancario sigue siendo marginal: representa solo el 8,9% de las operaciones registradas.

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Fuente: Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (COCIR)

Las razones son múltiples. “El poder adquisitivo del solicitante sigue siendo bajo en relación a los valores de mercado. Además, muchos compradores no pueden demostrar ingresos reales, lo que limita el acceso al crédito”, advirtió Bassini.

Otro obstáculo es la informalidad laboral. En Rosario, como en muchas ciudades del interior, gran parte de la población activa está inscripta como monotributista o trabaja en relación de dependencia sin registrar. Esto impide que muchas personas puedan acceder a los montos que requieren para financiar la compra de una vivienda. “El circuito de compraventa se interrumpe porque el banco no presta lo suficiente y el comprador no logra cubrir la diferencia”, explicaron desde el COCIR.

Rosario, al igual que otras ciudades intermedias, funciona como un termómetro del comportamiento del sector privado. Bassini concluyó: “La masa laboral activa depende del sector privado. No hay un apalancamiento estatal como ocurre en otras ciudades del país. Por eso, los movimientos del mercado reflejan con más fidelidad lo que pasa con el ahorro, la confianza y las expectativas”.